¿Que tal?... ¿quieres saber como ocurre esto?... presta atención!!!
Nuestros rostros son en su mayor parte convexos, es decir, salientes. Son salientes la nariz y las cejas, y en menor medida los pómulos y los labios. La zona de los ojos, en cambio, es entrante, cóncava: se encuentra más atrás que el resto de los rasgos de la cara. Todo esto lo comenzamos a aprender desde el momento en que nacemos, mirando la cara de nuestros padres. Y lo aprendemos tan bien que tendemos a considerar cualquier imagen de un rostro como si fuese convexa. Ahora bien, cuando pasamos frente a alguien mirándolo a la cara, a medida que nos desplazamos vemos que las partes que sobresalen más van ocultando a los otros rasgos: primero la punta de la nariz oculta una mejilla, luego el dorso de la nariz oculta parte de un ojo. Por eso, cuando pasamos frente a un rostro plano (como el de los retratos), o cóncavo (como el del modelo de la página siguiente), inconscientemente lo consideramos convexo. Pero ahora los rasgos salientes no ocultan a los rasgos entrantes. Al contrario, seguimos viendo los ojos del retrato en todo momento. Y la única forma de que esto tenga sentido es considerar que el retrato o el modelo giran la cabeza mientras pasamos, siguiéndonos con la mirada.
¿Te gustó?... si tu respuesta es si, descarga el modelo, hazlo tu mismo y sorprende a tus amigos!!
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También lo tienes en rojo, café, amarillo y verde.
Fuente: taringa.net, youtube.com